En los últimos años tras la pandemia mundial por Covid, los casos de enfermedades mentales han aumentado considerablemente. En concreto en España un 6,7% de la población está afectada por la ansiedad, número que también coincide con las personas que sufren depresión. Los ansiolíticos son el principal tratamiento contra la ansiedad.
En el artículo de hoy desarrollamos lo que son los ansiolíticos, cómo pueden ayudar y la importancia de no abusar de ellos. ¡Sigue leyendo!
Ansiolíticos o tranquilizantes menores para tratar la ansiedad
Los ansiolíticos, o tranquilizantes menores, son fármacos que se utilizan para tratar los síntomas generados por la ansiedad y su cuadro patológico, como las convulsiones, angustia u otros síntomas provocados por los trastornos del estado de ánimo.
Este tipo de fármacos también pueden servir para tratar el insomnio, ya que pueden evitar el insomnio. Los ansiolíticos actúan directamente sobre el sistema nervioso central, bloqueando en su mayoría la acción de las sustancias químicas del sistema nervioso.
Los efectos que producen son anticonvulsivos, amnésicos y sedantes.
Tipos de ansiolíticos
Podemos distinguir entre varios tipos de ansiolíticos o tranquilizantes con diferentes efectos terapéuticos, siendo las benzodiacepinas los más comunes y los que tienen mayor actuación para tratar la ansiedad.
Otros tipos que actúan en otros síntomas son:
- Barbitúricos: Se utilizan para las convulsiones, pero cada vez menos debido a su gran dependencia.
- Buspirona: Apenas tiene efectos secundarios, pero su efecto no se comienza a notar hasta 15 días de tratamiento.
- Antihistamínicos: Son otros de los más comunes, utilizados para tratar alergias o insomnio, pero generalmente no tienen efecto sedante. Estos pueden adquirirse sin receta médica.
- Clorazepato: Se emplea en los casos leves o puntuales de ansiedad y suelen recetarse antes que las benzodiacepinas.
Otra forma de tratamiento para la ansiedad son los ansiolíticos naturales como la valeriana, tila o pasiflora. Estos también son eficaces y tienen efecto sedante y no crean dependencia, así como no contienen productos químicos.
Benzodiacepinas: Tipos y Efectos
Como hemos mencionado, las benzodiacepinas son los ansiolíticos más comunes debido a su acción inhibitoria sobre el sistema nervioso central. Este tipo de fármacos se administran vía oral o incluso de forma intramuscular e intravenosa si se diera el caso.
Las benzodiacepinas se caracterizan por recetarse según el tipo de síntoma, debido a que se clasifican dependiendo de la duración de efecto y la velocidad de inicio de acción. Existen varios tipos de compuestos:
- De duración ultracorta: Su efecto dura 6 horas o menos.
- De duración corta: Efecto de duración menor a 12 horas. Su uso prolongado puede llevar a conducir insomnio y ansiedad al despertar.
- Intermedios: Tienen una vida de entre 12 y 24 horas. Pueden presentar síntomas de abstinencia durante el día si se usa en exceso.
- De acción larga: Su vida es mayor a 24 horas y tienen fuertes efectos sedantes que se prolongan hasta el próximo día desde que se toma.
Efectos adversos
Muchos se preguntan si la benzodiacepina puede generar dependencia, ya que la ansiedad puede llegar a ser recurrente, así como el insomnio. La respuesta es que sí pueden causar dependencia física y psicológica, especialmente si se abandona un tratamiento de larga duración de forma brusca.
La administración y receta de este tipo de medicamentos se realiza teniendo en cuenta los síntomas y el tipo de acción que se necesita, teniendo en cuenta los efectos adversos que puedan presentarse con más o menos probabilidad, y según las condiciones del paciente y si estos pueden ser perjudiciales.
Algunos de los efectos adversos que pueden presentarse son:
- Somnolencia excesiva en benzodiacepinas de acción larga.
- Abstinencia al abandonar el tratamiento si es de larga duración.
- Visión borrosa.
- Mareos y falta de equilibrio.
- Debilidad muscular.
- Estreñimiento.
Es importante que este tipo de medicamentos se usen en la menor dosis efectiva y durante cortos periodos de tiempo, siempre que sea posible de forma intermitente, y no mezclarlos con bebidas alcohólicas. Sigue las indicaciones de tu médico para la ingestión de estos medicamentos.
La adicción a los psicofármacos como las benzodiacepinas es una de las más comunes en la actualidad, y esto se debe al aumento de cuadros de ansiedad o depresión que son tratados con este tipo de fármacos. La mejoría que experimenta el paciente y las sustancias químicas que lo componen hacen que sean adictivos.
Esperamos que este artículo te haya servido para entender todo sobre los ansiolíticos y su importancia en la administración de dosis con la debida precaución para evitar efectos adversos. Recuerda que en Instituto Noa contamos con un equipo de profesionales que podrán ayudarte en el tratamiento de la ansiedad, entre otras enfermedades de salud mental.