Las benzodiacepinas son fármacos psicotrópicos que tienen un efecto depresor sobre el Sistema Nervioso Central disminuyendo la excitación neuronal. Gracias a su efecto ansiolítico, hipnótico, antiepiléptico y relajante muscular, son utilizados para tratar casos de ansiedad, insomnio, depresión, fobias, trastornos de la personalidad, psicosis, delirios, esquizofrenia y crisis epilépticas o convulsivas.
Las benzodiacepinas son fármacos seguros y muy útiles para ciertas patologías, son bien toleradas por el paciente pero no están exentas de riesgo ya que suelen estar asociadas a grandes problemas de adicción. Detrás de la dependencia a las benzodiacepinas podemos encontrar varias causas. La facilidad para prescribirlas por parte de algunos facultativos y la cronificación de los tratamientos, son las más comunes.
Tal es la adicción que pueden causar las benzodiacepinas que, según datos del informe realizado en 2019 por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, España es el país con mayor consumo del mundo de estas sustancias. Los efectos que ha provocado la pandemia y los confinamientos sobre la salud mental de la población, han tenido como consecuencia que el consumo de benzodiacepinas se haya disparado desde 2019 y aunque sea más común su consumo entre las mujeres y en personas mayores de 65 años, cada vez son más los jóvenes que acceden a su consumo.
En este post, te contamos qué tipos de benzodiacepinas existen, cuáles son sus efectos sobre la salud, consejos para prevenir la adicción y el tratamiento para su retirada. ¡Sigue leyendo!
Tipos de benzodiacepinas
Existen diferentes tipos de benzodiacepinas según su vida media, es decir, según el tiempo en el que hacen efecto. Teniendo en cuenta esta clasificación, existen cuatro tipos principales:
Benzodiacepinas de vida o acción larga
Son las benzodiacepinas cuyo efecto dura entre 40 y 200 horas. Las más conocidas dentro de este grupo son el diazepam y flurazepam. Son prescritas como ansiolíticos, antiepilépticos y relajantes musculares. También se utilizan para el tratamiento del insomnio por su efecto hipnótico. Valium es la marca comercial más reconocida si hablamos de diazepam.
Benzodiacepinas de vida o acción intermedia
Su efecto sobre el paciente se prolonga entre las 20 y las 40 horas. Dentro de esta clasificación encontramos el clonazepam, el flunitrazepam y el bromazepam. Éste último está indicado para aliviar la tensión psíquica, el nerviosismo y la ansiedad. El más conocido es el Lexatin.
Benzodiacepinas de vida o acción corta
Son benzodiacepinas cuyo efecto puede durar de 5 a 20 horas. En este grupo nos encontramos el lorazepam utilizado como sedante de corta duración, el temazepam indicado para el tratamiento del insomnio y el oxazepam que se utiliza para calmar la ansiedad y el nerviosismo.
Benzodiacepinas de acción o vida muy corta
La duración de su efecto es tan solo de 1 a 2 horas. Destacan el triazolam y el midazolam que se utilizan principalmente como sedantes en procedimientos médicos y cirugías para aliviar la ansiedad, causar somnolencia y evitar guardar recuerdos traumáticos.
Aunque exista esta clasificación, es importante tener en cuenta que la duración de las benzodiacepinas dependerán en todo momento del paciente, su historial adictivo y el tratamiento prescrito (cantidad y frecuencia de consumo).
Efectos secundarios de las benzodiacepinas
Aunque son fármacos seguros cuando están prescritos correctamente, presentan efectos secundarios. Son especialmente peligrosos cuando se mezclan con otras sustancias psicotrópicas, es decir, con otras drogas que actúan también sobre el Sistema Nervioso Central.
Las benzodiacepinas provocan somnolencia, dificultad de atención y concentración y problemas de memoria. Además, están relacionadas con un alto índice de caídas y accidentes y con el desarrollo de demencias como el alzheimer. En casos extremos en los que se ha producido una sobredosis de consumo, pueden llegar a provocar la muerte ya que el efecto relajante actúa sobre músculos directamente comprometidos en la respiración.
¿Cómo evitar la dependencia a las benzodiacepinas?
La dependencia de las benzodiacepinas se ha convertido en un problema de salud pública. Aunque necesitan de receta para ser dispensadas, existe cierta autonomía en su uso. Además, estamos ante una situación de medicalización en la vida cotidiana. Problemas de salud ordinarios, ahora cobran una mayor importancia y se convierten en patologías que han de ser tratadas.
Para evitar la adicción o dependencia a estas sustancias se recomienda:
- Educación al paciente por parte de los prescriptores ofreciendo normas higiénicas para su consumo.
- Realización de diagnósticos adecuados, preferiblemente por especialistas psiquiátricos. Conocer el problema de raíz, ajustar el tratamiento con las benzodiacepinas específicas y las dosis adecuadas y establecer una duración concreta.
- Valoración de alternativas terapéuticas, sobre todo en pacientes con antecedentes de adicciones o consumo de otras sustancias depresoras (alcohol, cannabis, cocaína…).
- Recomendación de hábitos saludables como la actividad física para reducir la ansiedad y conseguir estabilidad emocional.
Tratamiento de la dependencia a las benzodiacepinas
Es importante tener en cuenta que las adicciones a sustancias psicotrópicas han de ser diagnosticadas por un especialista psiquiátrico. De esta forma, podremos saber si estamos ante un caso de consumo excesivo, el nivel de adicción y el tratamiento para superarla.
El tratamiento para la superación de adicciones es muy similar sea la sustancia que sea la que la produzca. Suele consistir en cuatro fases: desintoxicación o retirada de la sustancia, deshabituación o creación de rutinas estrictas basadas en hábitos saludables, recuperación y reinserción.
En el caso particular del tratamiento de la dependencia a las benzodiacepinas, destaca la forma de llevar a cabo la primera fase, la desintoxicación, ya que se hace de forma mucho más paulatina que la de cualquier otra sustancia. Esto se debe a los efectos negativos de retirar bruscamente la administración de estos fármacos pueden desencadenar consecuencias peores tales como ansiedad extrema, nerviosismo o agitación por el síndrome de abstinencia, recaídas o, incluso, efecto rebote. Por este motivo, se recomienda que un especialista médico sea quien cree una pauta de retirada en la que se vaya distanciando de forma paulatina la administración de benzodiacepinas.
Para conseguir la retirada completa de estos fármacos, es importante que la persona con dependencia tenga intención de desengancharse. Además, elaborar estrategias de hábitos saludables en las que el deporte se incorpore de forma rutinaria, ayudarán a conseguir de forma exitosa la recuperación del paciente.
En Instituto NOA contamos con profesionales con una dilatada trayectoria profesional en el tratamiento de la dependencia a benzodiacepinas. Si necesitas ayuda, te asesoramos de forma gratuita y sin compromiso.