Adicción: “ La Lepra del Alma”
La comunidad científica, principalmente con los aportes de la neurociencia en los últimos años del cómo funciona el cerebro adicto indistintamente del tipo de sustancia psicoactiva: alcohol, camnabis, cocaína, etc.. o de consumos obsesivos en relación a las nuevas tecnologías, juego, sexo, conducen a la conocida como «conducta adictiva» caracterizada por dos claves inequívocas de que tenemos un serio problema: el nivel de tolerancia de cada individuo (donde comienzas tomando uno y acabas consumiendo cien) acompañado de un síndrome de abstinencia insoportable cuando intentamos poner fin al consumo compulsivo que nos hace traspasar la fina línea entre el abuso y la adicción.
Laliana Cáncela (neurocientífica argentina) define de forma muy ilustrativa al cerebro adicto como “un cerebro jaqueado” donde pese a la edad del enfermo antepone el deseo a la necesidad y la emoción a la razón todo como consecuencia de la perturbación y neuroadaptación del conocido como sistema de recompensa dopado al cabo de tremendas ingestas y años de consumo.
Por ello, desde Instituto NOA os invitamos que con total honestidad os planteéis tanto candidatos como familiares las siguientes claves para ayudaros a reconocer si de verdad “tu controlas o por el contrario es la adicción quien te controla a ti” en esta enfermedad de la dependencia también conocida como “La obsesión que lo consume todo”:
- El adicto sigue consumiendo pese a saber que ese consumo lo deteriora cada vez más fundamentalmente en lo cognitivo y emocional.
- Le molesta que personas de su entorno le recriminen su forma compulsiva de tomar.
- Al día siguiente del «colocón» siente culpa, arrepentimiento, estrés y ansiedad que le provoca volver a consumir.
- Se promete que nunca más volverá a tomar, pero cuando la ansiedad aprieta rompe esa promesa a penas 48 ó 72 horas tras la última ingesta.
- El adicto siempre acaba tomando sólo y es incapaz de poner control al número de copas, dosis, apuestas, etc que planifica antes de salir de casa o del trabajo.
- Cambios drásticos del estado emocional, carece de calma mental, cualquier motivo es un buen «disparador» justificante para volver a consumir.
- Ya son evidentes los problemas en casa por conflictos cotidianos como consecuencia de una relación disfuncional basada en: la manipulación, la obsesión y el control, además de problemas laborales y económicos entre otros.
En Instituto NOA seguimos el Modelo Minessota de base en nuestro tratamiento: paciente, familia y equipo son los tres pilares que hacen posible la recuperación con una relación en la que deben predominar: el compromiso, la confianza y la complicidad.
“La felicidad, no es más que sentir la convicción de estar en el camino correcto”. (Alejendro Jodorowsky).
Nuestra lucha desde el Instituto NOA por combatir esta enfermedad también descrita como: “La obsesión que lo consume todo” sabemos que como medida preventiva a nuestros pacientes les debemos potenciar una “conciencia de enfermedad” sólida ante un hipotético riesgo de recaída cuando vuelvan a su entorno natural en este singular conflicto entre “emoción y razón”.
Para ello, y en talleres semanales tratamos en NOA la adicción desde sobre todo la experiencia personal y a través de distintos prismas como: el científico, emocional, estadístico, familiar y social.
Este objetivo es piedra angular en la recuperación de nuestros pacientes y su posterior reinserción.