TDAH y TDA
El TDAH (Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad) y TDA (Trastorno del Déficit de Atención) son trastornos que afectan directamente en la atención, concentración y la memoria de quien los padece. Desde 1994, existe un término genérico para nombrar ambas enfermedades que es el TDA/H.
El TDAH se considera una enfermedad del neurodesarrollo ya que suele aparecer en la primera infancia, es decir, desde los 0 a los 3 años. Aunque en primera instancia fue considerada una patología del comportamiento ya que solía estar asociada a otras enfermedades como el Trastorno Desafiante Negativista o el Trastorno de Conducta, a día de hoy se ha demostrado que tiene fundamentos neurológicos reconocidos en su aparición.
Es importante detectar el Trastorno de Déficit de Atención/Hiperactividad de forma precoz y tratarlo a tiempo ya que afecta al desarrollo personal, social, académico o laboral de quien lo sufre.
Tipos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Según el DSM-V, el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, existen tres tipos de TDA/H:
- con predominio del déficit de atención (TDAH inatento),
- con predominio de hiperactividad e impulsividad (TDAH hiperactivo-impulsivo)
- o combinado, es decir, con la presencia de sintomatología de ambos trastornos sin predominio de un determinado tipo.
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TDAH en adultos
Aunque el TDAH es un trastorno que aparece en la primera infancia, antes de entrar en la etapa escolar, los síntomas conductuales siguen siendo apreciados en la edad adulta si no se aplica tratamiento. De esta manera, el TDAH en adultos suele manifestarse con la siguiente sintomatología:
- Dificultad para concentrarse.
- Desorganización e incapacidad para establecer prioridades o para administrar el tiempo.
- Impulsividad, impaciencia e intranquilidad.
- Incapacidad para completar tareas.
- Cambios de humor y temperamento irascible.
- Dificultad para gestionar el estrés.
- Ausencia de escucha activa.
- Falta de capacidad retentiva y olvidos frecuentes.
En los casos de TDAH con predominio de hiperactividad los síntomas pueden extenderse a:
- Incapacidad para estar mucho tiempo sentado.
- Movimiento continuado de pies y manos.
- Impaciencia para aguantar el turno o para responder antes de que le terminen de hablar.
- Verborrea.
- Interrupción o entrometimiento en las actividades de otros.
Aunque los síntomas parecen evidentes, resulta muy complicado diagnosticar el TDAH en adultos ya que otras patologías como la ansiedad o la depresión comparten la misma sintomatología. Además, es frecuente que un adulto con TDAH también sufra trastornos del estado de ánimo lo que dificulta todavía más su diagnóstico.
Una persona adulta con TDAH cuenta con grandes dificultades a la hora de realizar sus tareas del día a día. La dificultad para prestar atención o establecer prioridades suele derivar en el olvido de reuniones o de fechas límite para la entrega de trabajos, lo que hace muy difícil que funcionen correctamente en el ámbito laboral. Además, la impulsividad propia de la hiperactividad termina derivando en la incapacidad para esperar en una fila o en un atasco de tráfico, haciendo también muy complicada la interacción social.
Muchos adultos no saben que sufren esta enfermedad. Simplemente piensan que tienen una mayor dificultad para realizar acciones cotidianas y lo justifican en causas como la falta de sueño o descanso y el estrés.
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Tratamiento del TDAH y TDA
Para el diagnóstico del TDAH y TDA es importante que estén vinculados tanto el entorno familiar como el escolar o laboral ya que, en muchas ocasiones, son las personas del entorno las que son capaces de detectar signos de alerta de la enfermedad.
Para ser diagnosticados con esta enfermedad, los síntomas han de producirse en dos entornos diferentes (hogar y escuela por ejemplo), contabilizar al menos 6 síntomas de los que hemos mencionado con anterioridad, darse de forma repetida en un periodo de más de 6 meses y que al menos alguno haya aparecido antes de los 12 años.
Una vez diagnosticados, el tratamiento del TDAH y TDA se basa en dos pilares fundamentales: la terapia cognitivo-conductual y la farmacología. La amplia trayectoria en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad ha demostrado que el tratamiento combinado es el más eficaz.
En Instituto NOA, nuestros especialistas médicos valoran cada caso de forma personalizada prescribiendo el tratamiento más adecuado para cada situación personal o familiar. Para el tratamiento del TDAH, ingresamos al paciente en nuestro complejo terapéutico con el fin de poder crear rutinas estrictas y definidas para establecer nuevos hábitos y dejar atrás la conducta propia de la enfermedad. De esta manera, mediante terapias grupales y talleres, nuestros pacientes aprenden técnicas de autocontrol, habilidades de concentración y organización, desarrollo de principio a fin de tareas, etc. Todo ello alternado con la práctica de deporte, la realización de excursiones al exterior y equinoterapia, entre otras muchas actividades. Una vez se produce mejoría, apostamos por la reinserción con un seguimiento periódico por parte de nuestros especialistas en salud mental.
El diseño y desarrollo de un exitoso método terapéutico han hecho de Instituto NOA un centro de referencia nacional en el tratamiento del TDAH.
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